Para no perder la memoria.
Tal para cual….
Escribe Daniel Mario Fernandez
Para la causa AMIA, CFK cambió de abogado. Designó como letrado al ex jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra, quien dejó su cargo envuelto en el escándalo de corrupción que desató la matanza de Cromañón.
Tiempo después, buscando una banca de legislador, el ex frepasista, devenido K, quedó como un chancho durante una serie de entrevistas que hizo un notable periodista, Daniel Malnatti.
El cronista caminaba con los candidatos por la calle, para medir la reacción popular que desataban. Ibarra y su equipo habían organizado un grupo de simuladores, que insultaban sus oídos con elogios.
Una cámara oculta, del mismo programa, demostró la truchada.
El «mamporro» fue tal que su desempeño electoral fue famélico.
No llegó a la banca.
Esa es la catadura ético/moral del flamante abogado defensor. No hay prenda que no se parezca al dueño.