El peronismo no acepta la verticalidad para evitar que Cristina digite las candidaturas del 2023
Gobernadores y sindicalistas construyeron un nuevo polo de poder en el Frente de Todos para dar la discusión sobre cómo organizar el espacio político. Quieren limitar la influencia de La Cámpora en el armado de las listas y que el debate político sea más abierto
No fueron ni Cristina Kirchner ni Alberto Fernández los encargados de dar el puntapié inicial. En todo caso, el renunciamiento de la Vicepresidenta a competir el año que viene como candidata a senadora o presidenta, fue lo que desató el inicio del proceso de reorganización del peronismo.
No fue ella la que dio un paso hacia adelante, sino la que provocó con su decisión la reacción del Frente de Todos.
El Presidente tampoco se encargó de empujar un nuevo ordenamiento en el espacio político. Aunque su voluntad de mantener las PASO fue una señal consistente sobre que bases debe dar la discusión el peronismo. Para reorganizar el movimiento político la única salida es una discusión electoral donde, cara a cara, se midan para ver a quién acompaña más la gente.
El primer paso concreto lo dieron ayer 14 gobernadores y la mesa chica de la CGT. Los dirigentes se reunieron en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para debatir el futuro electoral del peronismo. Lo primero que salió de ese encuentro fue la decisión de armar una mesa política para iniciar un proceso de reorganización de fuerza política.
Cómo dejar atrás la crisis interna que ha limado el proyecto nacido en el 2019.
Los mandatarios provinciales y los sindicalistas entienden que la discusión política que viene debe ser más horizontal que la de los últimos años. ¿Qué implica? Que Cristina Kirchner no digite todas las listas de candidatos y, principalmente, que no vuelva a elegir al candidato a presidente a dedo. «Hay que recortar el poder del dedo de la Vicepresidenta«. Fuente Infobae