El puntero kirchnerista «Pitu» Salvatierra quedó a un paso del juicio oral por tenencia de drogas
Cobró notoriedad en la toma del Parque Indoamericano. Cayó en Ciudad Oculta con marihuana y cocaína en junio pasado. La Cámara Federal confirmó su procesamiento y hasta echó fuertes dudas sobre sus dichos. Qué dice su defensa

El 21 de junio pasado en horas de la madrugada, el puntero kirchnerista Alejandro «Pitu» Salvatierra fue detenido en Ciudad Oculta por el Cuerpo de Prevención Barrial de la PFA, en la interseccíon de Herrera y Zuviría. Fue sorprendido en su Volkswagen Fox deteniéndose en varias puertas. Al ver el móvil de Prevención Barrial, Salvatierra apuró su marcha, acelerando para avanzar en zizag; no pudo ir lejos y finalmente frenó. Ante dos testigos en el lugar, los efectivos revisaron el asiento de acompañante: había 16 envoltorios de nylon negro con cocaína que sumaron tres gramos, un frasco de mayonesa que contenía nueve gramos de marihuana y seis pastillas de Rivotril.
Salvatierra quedó excarcelado casi un mes después, tras ser procesado por el juez federal Claudio Bonadío, no sin ciertos sobresaltos. Salvatierra, por ejemplo, se tragó una cuchara un día después de quedar detenido para ser internado en el hospital Santojanni y luego defecarla exitosamente. Hoy, a pesar de estar libre, su situación se complica. En un fallo firmado días atrás por los jueces Eduardo Farah y Martín Irurzun, la Sala II de la Cámara Federal confirmó el procesamiento de Salvatierra, dejándolo a un paso de la elevación a juicio.
El texto, al que accedió Infobae, reflejó los planteos de su defensa integrada por los abogados Adrián Albor y Romina Ávila, que pidieron su sobreseimiento en base al fallo Arriola de la Corte Suprema. Los defensores «destacaron al respecto, el descargo del nombrado en el que refirió tener el material ilícito para su propio consumo y mezclar marihuana con cocaína para obtener cigarros ‘nevados’, como así también los informes médicos dando cuenta de su vinculación con las drogas», reflejó la Sala II en su planteo.
La respuesta a estos términos en el fallo fue al menos frontal: «Las restantes probanzas con las que cuenta la instrucción no nos permiten sostener, a diferencia de lo que alega la defensa y el propio Salvatierra en oportunidad de prestar indagatoria que la droga encontrada en el interior del vehículo tuviera inequívocamente como único fin el de su uso particular«. Es decir, aunque la calificación no fue alterada, se plantea una sospecha sobre una posible venta narco.

«La cárcel no cura», afirmaron las primeras pintadas kirchneristas para defender a Salvatierra, mientras equiparaban su situación con la de Milagro Sala. El bloque del FpV en la Legislatura porteña emitió un comunicado de apoyo en donde aseguró que Salvatierra enfrenta «un problema de adicción por el cual se encuentra desde hace meses bajo tratamiento» mientras pedía por «un tratamiento justo, sin linchamientos mediáticos o judiciales que contribuyan a estigmatizar la pobreza y la participación política». La Sala II, por ejemplo, observó que la nuera de Salvatierra aseguró que el líder barrial «estaba demasiado drogado» a pesar de «el resultado negativo que arrojó el monitoreo de drogas en orina respecto a la sustancia cocaína» y que los dichos de Salvatierra «aparecen contradictorios en punto a los pormenores de la compra de los envoltorios incautados».
